Es un derecho humano que las personas puedan tomar sus decisiones reproductivas libremente y sin discriminación, independientemente de su género, sexo, orientación sexual y otros factores. Esta libertad la posibilita el derecho a la salud reproductiva, que incluye el derecho a acceder a una asistencia sanitaria de calidad, asequible y segura. El derecho a la salud reproductiva también comprende el derecho a recibir información precisa, completa e imparcial sobre la reproducción y la sexualidad.
Los derechos reproductivos abarcan una serie de derechos, desde el derecho a elegir si mantener relaciones sexuales o abstenerse de ellas, hasta el derecho a utilizar anticonceptivos y, en algunos casos, el derecho a abortar. Estos derechos también incluyen el derecho a tener un embarazo seguro y sano, y el derecho a tomar decisiones sobre el propio embarazo y parto. El derecho a la salud reproductiva incluye el derecho a la educación y el derecho a abogar por el cambio de políticas para garantizar que se respeten estos derechos.
Normativa jurídica sobre los derechos reproductivos
Los tratados y convenios de derechos humanos contienen disposiciones que reconocen y protegen el derecho a la salud reproductiva y los derechos relacionados con ésta. Por ejemplo, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) de 1979 exige a los países que tomen las medidas necesarias para garantizar que las mujeres puedan disfrutar de sus derechos humanos sin discriminación. Esto incluye el derecho a acceder fácilmente a los servicios de salud reproductiva sin discriminación.
El Programa de Acción de El Cairo de 1994 y la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín de 1995 tratan sobre el derecho a la salud y los derechos reproductivos, y ambos instrumentos instan a los Estados miembros a garantizar el pleno disfrute de los derechos reproductivos para todas las personas.
Muchos países también han aprobado legislación nacional para proteger y promover los derechos reproductivos. Por ejemplo, la Ley del Aborto de España, en vigor desde 2010, introdujo un sistema de interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación. El aborto también es legal en la Ley del Aborto del Reino Unido de 1967, y muchos otros países protegen y reconocen el derecho a la salud y los derechos reproductivos en sus constituciones, leyes y reglamentos.
Barreras para el ejercicio de los derechos reproductivos
Aunque la adaptación de las disposiciones legales a las garantías internacionales y nacionales de los derechos reproductivos puede disminuir el riesgo de violaciones de estos derechos, en la práctica muchas personas se enfrentan a barreras y obstáculos al intentar ejercer sus derechos reproductivos.
La falta de acceso a la información y a una asistencia sanitaria de calidad y asequible constituye un grave obstáculo para muchas personas a la hora de hacer realidad sus derechos reproductivos. Esto es especialmente cierto para los grupos marginados y vulnerables, como las mujeres y las niñas, las que viven en zonas rurales o remotas, las que tienen discapacidades y las pobres. En algunos casos, esta falta de acceso se ve agravada por prohibiciones legales o restricciones al acceso a servicios e información relacionados con los derechos reproductivos.
Además, el estigma social que rodea cuestiones como el embarazo adolescente, el aborto, la discriminación por orientación sexual e identidad de género, también puede ser una gran barrera para las personas que intentan ejercer sus derechos reproductivos. Este estigma puede impedir que las personas accedan a los servicios, la información y la educación, y que tomen decisiones que sean de su mejor interés.
Pasos a seguir para ejercer tus derechos reproductivos
Si vives en un país que reconoce y protege los derechos reproductivos, hay pasos que puedes dar para garantizar que puedas ejercer estos derechos:
Conoce tus derechos
. Conoce tus derechos Tómate tu tiempo para informarte sobre tus derechos, basándote en los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que reconocen y protegen estos derechos. Esto te ayudará a tomar decisiones informadas sobre tu salud reproductiva, y también te ayudará a abogar por la aplicación de políticas y leyes que respeten y protejan estos derechos.
Aboga por el cambio de políticas
Participa en los esfuerzos de sensibilización destinados a cambiar las leyes y políticas que inhiben el acceso a los servicios e información sobre salud reproductiva. Puedes unirte o apoyar a organizaciones defensoras que trabajen para garantizar que se respeten los derechos de todas las personas en relación con la salud reproductiva.
Accede a información y servicios
Utiliza los recursos disponibles para acceder a información y servicios sobre salud reproductiva. Muchos proveedores de salud y organizaciones ofrecen información y servicios gratuitos o asequibles relacionados con la salud sexual y reproductiva. Tienes derecho a esperar confidencialidad y no discriminación en la prestación de estos servicios.
Haz oír tu voz
Es importante que las personas hagan oír su voz y luchen contra la discriminación relacionada con los derechos sexuales y reproductivos. Utiliza tu voz para apoyar a organizaciones y personas que trabajan para crear un entorno en el que todos puedan acceder a la gama completa de información y servicios relacionados con los derechos reproductivos, sin discriminación.
Comprende que ejercer tus derechos reproductivos no consiste sólo en las elecciones que haces, sino también en trabajar para garantizar que todas las personas tengan derecho a tomar las mejores decisiones para su salud y sus vidas. Cuantas más personas den prioridad al reconocimiento de los derechos reproductivos como derecho humano, más probabilidades habrá de que todos tengan la oportunidad de ejercer plenamente sus derechos reproductivos sin discriminación.